Ahorrar aquí!, ¿cómo, y para qué?

En este país no hay condiciones económicas, y mucho menos estímulos, para tomar una decisión de ese tipo.

 

Se  publica en un medio de la prensa local, reseñado bajo el título “Menos de la mitad de la población tiene cuentas de ahorro en RD”: “La cultura del ahorro en República Dominicana todavía no llega ni a la mitad de la población, según los resultados de la Encuesta sobre la Cultura Económica y Financiera (EGCEF) 2014, del Banco Central, la cual establece que sólo un 43% posee cuentas de ahorro”. (“Diario Libre”, del 4-4-16, página 30). Y, demasiado alto está el porcentaje, ponderando el escenario nacional relativo, podría decirse.

 

Claro está que, poca gente procura ahorrar en este país, bajo el establecimiento de una cuenta de ese tipo en el sistema bancario nacional, que es la fuente donde se puede medir la proclividad de la población en ese orden.

 

Primero, por los escasos recursos que recibe mensualmente el grueso de los ciudadanos en esta nación, no suficientes ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas. Y, segundo, porque cuando se hace un ingente esfuerzo para guardar algunos chelitos,  usando dicho mecanismo bancario, y se espera aumentarlos mínimamentecon los míseros intereses que paga la banca local, entonces hay que tributar forzosamente al Estado nuestro, para que los políticos den a esos dineros el uso que les venga en gana, o se los roben.

 

A propósito, cabría transcribir aquí el comentario que recibiéramos de un caro amigo, en relación con una publicación anterior que hiciéramos, y que puede asociarse con lo tratado aquí: Nos damos el lujo de vivir en el único país del planeta tierra donde están gravados los intereses ganados sobre los ahorros del pueblo en entidades bancarias. Un crimen atentatorio hasta contra los derechos humanos”. La verdad es que,desconocíamos que eso fuera exclusivo de este país. Ahora, quien lo expresó, es una persona que consideramos ducha en la materia, y muy bien informada.

 

Es por ello que, los que tienen la posibilidad de guardar algunos centavos de los que reciben mensualmente, a los fines de poder cubrir urgentes necesidades súbitas futuras, prefieren mantenerlos reservados ellos mismos, procurando velar siempre por esoscolocándoles en alcancías o cajas de seguridad secretas.

 

La verdad es que, producto de las precariedades, como del injusto gravamen estatal a los pocos intereses que devengan los ahorros colocados en la banca nacional, esa cultura habrá de ir desapareciendo más aún en el país.

 

Incluso, realmente no sabemos como la Asociación de BancosComerciales de la República Dominicana, permitió tal imposición en contra de sus clientes, por los efectos dañosos obvios a derivar,en ambas direcciones.  

 

Aunque ese tipo de operación no es de una magnitud tan significativa para esas entidades, sí que algo les resta, en términosde la emisión secundaria de dinero a su cargo dentro del sistema

 

Eso puede además afectar en parte su liquidez inmediata en determinados momentos, y permite forzar hacia el alza la tasa de cambio, en la medida en que los retiros que se realizan, o los depósitos que se dejan de hacer, van al mercado de divisas a demandar dólares, que por lo regular se busca la forma de sacarlos del país.

 

Pero, estamos en Dominicana, donde el poder político todo lo regentea.

 

 

 

Autor: Rolando Fernández

 

www.rfcaminemos.wordpress.com

 

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