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Mostrando entradas de septiembre, 2021

DIRECTRICES PARA LA CALIFICACIÓN DE UN GRAVÍSIMO DELITO

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Según reseña el diario Hoy en su versión digital, la P rocuradora General de la República Dominicana,  Miriam Germán Brito instruyó a todos los fiscales del país para que en los casos de agresión a personas con sustancias corrosivas, como el “ácido del diablo”, otorguen al delito la calificación jurídica de acto de tortura o barbarie y soliciten contra los involucrados la pena máxima establecida en la ley. “Se instruye que, al presentar acusación en los casos de agresión a una persona con sustancia corrosiva, se otorgue la calificación jurídica de acto de tortura o barbarie, tipificado en los artículos del 303 al 304 del Código Penal Dominicano, incluyendo todas las circunstancias agravantes que concurran, según fuera el caso”, destaca la instrucción dirigida a los miembros del Ministerio Público. El Código Penal Dominicano establece penas desde los 10 años de prisión hasta 30 años en los casos de tortura o barbarie contra niños o adolescentes, contra personas vulnerables debido a su e

¿PORQUÉ CONSIDERAR LA BIBLIA COMO SANTA?

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Recientemente apareció en un diario local la  noticia vinculada a la celebración del Día Internacional de la Biblia, el próximo  23 de noviembre.  Por coincidencia o no, la prensa destacó que el Dr. Leonel Fernández Reyna, favorece que la biblia sea estudiada en las escuelas y por otro lado, el Ministro de Educación recibió felicitaciones del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica por entregar material bíblico para uso de los dominicanos en grado escolar.   Otro protagonista del tema fue Alianza por la Educación al exponer que “no es correcto imponer un credo religioso” por ser inconstitucional.  Quien quiera considerar la biblia como un material puramente religioso lo puede hacer, pero en realidad no lo es. Es un relato de acontecimientos históricos vistos desde la óptica de los reporteros que los narraron, según las creencias del momento histórico.  Se ha cometido un gran error al denominarla como “La Santa Biblia”. Nada ni nadie puede calificarla como tal, ya que, según los textos