DIARIO DEL OZAMA

La famosa canción Solamente una vez, de la pluma del inmortal poeta, compositor y músico mexicano cuyo nombre está grabado en los registros oficiales de Tlacotalpan, Veracruz, su ciudad natal, como  Angel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, apodado el divino flaco y de muchas maneras más, pero que recordamos por su nombre artístico es Agustín Lara, es una narración de un sentimiento vivido por un individuo que tuvo la esperanza de alumbrar con amor el obscuro camino de su soledad y no pudo lograrlo ante el hecho de que no había condiciones para seguir con el delirio de esa pasión que hace entregar el alma, pero al abrir los ojos, es necesaria la renunciación.  El motivo de la  renunciación descrito en esa canción no es muy evidente como el que expusimos hace algún tiempo por este mismo medio, pero por una milagrosa forma de convencer a los señores legisladores que hacen su trabajo a cualquier precio, se permitió la magia de

La dimensión de la palabra carajo es para dedicarle tiempo y esfuerzo intelectual como para poder lograr esa gran cantidad de significados que tiene, según quien la use o en cuales circunstancias sea utilizada.  A mí me importaría un carajo que usted le preste a atención o no a estas evacuaciones mentales, ya que un carajo como yo lo más que puede hacer es escribir, sin otras pretensiones que no sea que cada quien lo lea y lo mande al carajo.  Hay carajos a la vela, cuyo origen lo define un antecedente con deficiencia alimentaria, que no razona con rapidez y es el último que sonríe al escuchar un chiste, luego de que se ha aplacado la bulliciosa risotada de la mayoría. Este tipo de carajo es común entre atletas tales como boxeadores que no soportan mucho el embate del contrario, pitcher de béisbol que hacen roles de relevistas y nunca lograr hacerle out al primer bateador que se enfrentan.  Unos carajos indeseables lo constituye un grupo de personas que llegan inespera