Ese lenguaje hablado...
En días pasados platicaba con una persona de riendas muy sueltas para usar ese lenguaje nuestro de cada día y le explicaba sobre las propiedades alimenticias del pulpo y sus inducutibles cualidades afrodisíacas, siempre que sea cocido hasta un término que se considere "al dente" y se concluya su adobo en una plancha con algunas tiras de pimientos morrones, aceite de oliva extra virgen y un salpicón de vino blanco de poco cuerpo, pero con algunas propiedades espumantes. Es una fórmula infalible para luego sentirse como si viviera las alucinantes experiencias de Príapo. Si a lo dicho anteriormente se agrega que ese crustáceo feo y no preferido por muchos puede influir en la piel de quienes lo consumen de una manera que tiende a hacerla más suave y con menos propensión a permitir la formación de arrugas y manchas faciales, entonces, estamos hablando de un entremés de primera clase para una pareja de adultos que tenga plena conciencia de sus decisiones antes y después de una,