La indignación de Juan
Sentado en su mecedora, libro en mano, una taza de café y una tercia de romo de la cual solamente quedaba un fondito sobre el pasamano del zaguán de su casita situada en el Barrancón de Estancia Nueva, Moca, Juan medita sobre el llamado de Emilio Prud'Homme a los Quisqueyanos y se pone de pie, boceando con todas sus fuerzas: - Mecha, Mecha, Mecha!...Coño...! Te he llamado tres veces y no haces caso. - Tu crees que soy un pendejo o uno de esos valientes que Prud'Homme desafíó a alzar la voz con viva emoción y no le han hecho caso? - Como? ¡Que no le han hecho caso? - No. Ni siquiera respetan nuestra bandera, no se detienen al izarla ni al arriarla. Tampoco lo hacen cuando el canto patrio es interpretado. Si observas lo que hacen los jugadores de béisbol en las ceremonias, eso da vergüenza y el público ni siquiera se concentra a escuchar nuestro himno. El patriotismo se ha ido a la mierda. Nadie es capaz de levantar la frente con un sable en la mano para defender nuestra so