DIARIO DEL OZAMA

Cada domingo puede observarse un panorama diferente en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana.  En los lugares escogidos como destino, hay muchos escenarios semejantes. Quizás no es necesario mencionar por su nombre los sitios visitados, pero algunas fotografías tomadas podrían servir de orientación. En esta callejuela pueden verse indicios como de una tristeza mañanera atormentada por un cielo gris con rasgos de una inminente tormenta:   No hay un flujo de personas que indique la gran población de éste entorno, pero, como podrá verse en las fotografías siguientes las cosas empiezan a cambiar: Aquí se aprecia un grupo de inmigrantes que celebra una reunión, como si fuera de tipo familiar, pero más bien, es sobre algo vinculado a su trabajo cotidiano.  Uno de ellos preguntó  sobre el propósito de la toma de la foto, mientras otro se escondía de la cámara.   Más adelante, estas niñas depositan su tristeza en la pared de recortes de zinc de una viv

En un complejo mar,  tan impetuoso como si existiera la posibilidad de un tsunami, el comportamiento ciudadano se debate entre muchos ambientes que llaman  poderosamente la atención.  Un grupo poblacional pensando en gastar dinero, endeudarse o aprovecharse de lo ajeno en lujos, tales como comprar el ultimo teléfono inteligente que llega al mercado, asistir al centro de diversión o polo turístico mas exclusivo del país,  disfrutar de espectáculos preparados para exhibir los famosos del jet set internacional a precios incalculables, hacer viajes al exterior para disfrutar de un lujoso crucero, esquiar en las nieves o simplemente ver la altura de la torre de Eifel o lanzar una moneda  en la Fontana di Trevi sin ni siquiera apreciar el ambiente barroco que le rodea.  Muchos han visitado la muralla china pensando que se trata de un paseo por el Mirador del Sur y otros han querido estar en las pirámides de Egipto para ver si es verdad que están en la misma dirección del sol como dice l

Si nos ponemos a analizar las implicaciones que tiene el uso de una conjunción, nos damos cuenta, que muchas veces, podrá ser una importante herramienta de defensa o sustentación de demanda para cualquier juicio, sobre todo si la misma está colocada en un texto legal, disposición o mandato de cualquier autoridad en ejercicio de sus funciones. Hay muchos casos dignos de poner en el ojo del lector y sobre todo en el del legislador, para que no incurra en algo que  luego sirve de estímulo a los interminables debates de los que interpretan la Ley ante los tribunales. Eso da lugar a que se juzgue sobre asuntos que luego son demolidos en otras instancias y los procesos sean interminables.  Una conjunción copulativa, como la que aparece en el articulo 228 de la Constitución de la República Dominicana es para que cualquiera lo piense a su manera. Dice así: "Artículo 228.- Emisión de billetes y monedas. El Banco Central, cuyo capital es  propiedad del Estado, en el único emiso

Yo compro por Internet Por  VICTOR BAUTISTA Victor Batista Al margen de la conflagración en marcha entre comerciantes y "couriers" para ver quién convence primero al Gobierno de la conveniencia o no de las compras por internet- me sitúo en la posición del consumidor que no tiene quién le escriba ni tampoco le defienda. 1.- Yo compro por internet porque nadie puede obligarme a pagar el costo de los suntuosos mausoleos comerciales, hechos sobre la base de malas inversiones, operaciones de crédito no inteligentes y expansiones no calculadas sólo para estar "in" en las plazas del momento. 2.- Yo compro por internet para aliviarme del peso de una economía totalmente ineficiente, que es así porque no hay voluntad política para cambiarla, mientras algunos agentes privados aprovechan ese estatus quo para entrar en mar revuelto y obtener ganancia de pescadores. 3.- Me siento más inclinado que nunca a comprar por internet cuando veo que Fenatrado, el