DIARIO DEL OZAMA

La palabra misericordia tiene muchos significados. Cada quien la aplica a su manera y de acuerdo a su propia conveniencia. Esa virtud   que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos es algo que suele ser muy fértil cada vez que se acerca una campaña electoral, donde siempre veremos, los candidatos y sus adlateres de barrio en barrio, acariciando infantes y rostros maltratados por el látigo de los años de padecimiento y así darse un "baño de pueblo", que luego se secan con la toalla de la amnesia o un mal incurable que produce las mieles del poder, que no es otra cosa que un desprecio por esa clase de desafortunados que solo hacen las veces de cerditos de navidad o pavos para el día de acción de gracias.  También  aplican parcialmente otra acepción de la palabra  misericordia que consiste en otorgar una porción  pequeña de alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna.  Con eso duermen a esa clase de votantes cautivos por las dádivas y para

Si vivieramos en una sociedad donde fuera posible lograr los objetivos sin tropiezos, podríamos dedicar nuestras energías a cuestiones tan sencillas como mantener y mejorar la calidad de vida, para bien de cada ciudadano.  Pero no es así. Desde que vemos la luz del sol cada mañana estamos en presencia de cosas inconcebibles, que no tienen arreglo o que serán muy difícil de corregir en el ciclo de existencia de cualquier generación.  No es necesario hacer mucho esfuerzo para poner ejemplos. Basta tomar un diario en nuestras manos y ahí estará el retrato de nuestra sociedad:  -Corrupción en todas sus manifestaciones.  -Privilegios irritantes para determinadas clases y tolerancia a la impunidad.  -Asesinatos por cualquier motivo.  -Accidentes de tránsito y conductores analfabetos sin licencia.  -Muertes por crisis en sistemas de salud -Ministerios que no tienen razón de existir.  -Predicadores  religiosos que esquilman los creyentes para su enriquecimiento personal.  -Juegos de Azar sin r