Bipolaridad

En un complejo mar,  tan impetuoso como si existiera la posibilidad de un tsunami, el comportamiento ciudadano se debate entre muchos ambientes que llaman poderosamente la atención. 

Un grupo poblacional pensando en gastar dinero, endeudarse o aprovecharse de lo ajeno en lujos, tales como comprar el ultimo teléfono inteligente que llega al mercado, asistir al centro de diversión o polo turístico mas exclusivo del país,  disfrutar de espectáculos preparados para exhibir los famosos del jet set internacional a precios incalculables, hacer viajes al exterior para disfrutar de un lujoso crucero, esquiar en las nieves o simplemente ver la altura de la torre de Eifel o lanzar una moneda  en la Fontana di Trevi sin ni siquiera apreciar el ambiente barroco que le rodea.

 Muchos han visitado la muralla china pensando que se trata de un paseo por el Mirador del Sur y otros han querido estar en las pirámides de Egipto para ver si es verdad que están en la misma dirección del sol como dice la gente en Santo Domingo. Se me olvidaba comentar, que otros hacen viajes al exterior sin otro objetivo que no sea comprobar "si es cierto" que las atenciones en un asiento de primera clase en un vuelo internacional son como dice la gente rica.  

Dentro de este estrato hay muchos políticos, traficantes de productos traídos de contrabando, botellas gubernamentales, políticos o no, pero, por lo menos, familiares o cachanchanes del mismo pueblo de donde procede algún ministro de turno, porque estudiaron juntos en la escuela de la Jaiba y se sentaron en el mismo pupitre. Claro que se sentaron en el mismo pupitre porque el ministro dejó un letrero en su tabla de apoyo que dice: "Aquí estuvo el novio de Lola" y así le dicen como apodo a Doña Dolores, la querida del Ministro. 

Otro grupo se queda aquí, porque no tiene la forma de poder hacer otra cosa e inventa un sinnúmero de estrategias para "ganarse la vida", por ser un padre de familia que necesita llevarle comida a sus hijos y no ha tenido chance de montarse en un avión o darse el lujo de ir a  Altos de Chavón a gozar de lo lindo con un espectáculo de los que allí se presentan. Este grupo de ciudadanos está registrado como extremadamente endeudado  y las memorias de los computadores del "cicla" no alcanzan para llenar sus datos. 

Mas de cien mil vírgenes son sus acreedoras y varias,  que no llevan ese calificativo, porque le han parido dos o tres muchachos per capita, son sus amigas inseparables, pero a veces tienen que ir a la fiscalía a buscar ordenes de alejamiento porque el amargado le ha bajado el puño en el pómulo izquierdo y le ha provocado un moretón que solo se disfraza con una crema que venden en el Mercado Modelo de la Avenida Mella, donde también consiguen todo género de ensalmos y aguas para atraer al hombre, así como raíces y hojas milagrosas que son parte de ese homenaje a la ignorancia.  

Ese grupo está formado, principalmente, por vendedores ambulantes de víveres y chucherías en guaguas anunciadoras con bocinas estruendosas,   compradores de metales y "cosas viejas", choferes de voladoras, motoconchos , curanderos o expertos en hacer trabajos de brujería,  choferes de guaguas de las que viajan desde pueblos muy lejanos, quienes violan las reglas de tránsito como si anduvieran conduciendo un mulo cerrero en vez de una guagua con un exceso de carga que representa un peligro público. 

La mayoría de estos personajes trabaja con el afán de juntar el dinero necesario para poder pagar un viaje ilegal en yola hasta Puerto Rico.