¿PORQUÉ CONSIDERAR LA BIBLIA COMO SANTA?

Recientemente apareció en un diario local la noticia vinculada a la celebración del Día Internacional de la Biblia, el próximo 23 de noviembre. 

Por coincidencia o no, la prensa destacó que el Dr. Leonel Fernández Reyna, favorece que la biblia sea estudiada en las escuelas y por otro lado, el Ministro de Educación recibió felicitaciones del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica por entregar material bíblico para uso de los dominicanos en grado escolar.  

Otro protagonista del tema fue Alianza por la Educación al exponer que “no es correcto imponer un credo religioso” por ser inconstitucional. 

Quien quiera considerar la biblia como un material puramente religioso lo puede hacer, pero en realidad no lo es. Es un relato de acontecimientos históricos vistos desde la óptica de los reporteros que los narraron, según las creencias del momento histórico. 




Se ha cometido un gran error al denominarla como “La Santa Biblia”. Nada ni nadie puede calificarla como tal, ya que, según los textos consultados, en el contexto de la religión, se define como santos a las personas que se destacan por su ética intachable o por mantener un vínculo particular con una divinidad. De esta manera, en cierta forma se “eleva” a los santos por sobre el resto de los seres humanos.


En el caso del catolicismo, los santos son declarados por la Iglesia católica. Cada santo constituye un modelo moral o un guía cuyo comportamiento debe ser seguido o imitado por los fieles.


Para que un individuo sea declarado santo, debe llevarse a cabo un proceso que se denomina canonización. Este nombre está vinculado a que los santos forman parte de un canon (un listado que enumera a los santos aceptados por la Iglesia católica). Una vez que una persona fue canonizada, los fieles pueden rendirle culto y dedicarles fiestas litúrgicas.


La canonización es realizada por el Papa luego de analizar si el sujeto en cuestión tuvo virtudes heroicas en cuanto a sus cualidades cristianas o si sufrió, por su fe, un martirio. Además, el candidato debe haber realizado al menos dos milagros.


No podemos pasar por alto tampoco que una de las series de televisión más conocidas y de mayor éxito de todos los tiempos respondía al título de “El Santo”. Se trataba de una producción estadounidense, que se emitió durante la década de los años 60 y que venía a ser la adaptación de una serie de libros del mismo título. Esas obras literarias habían sido escritas por el británico Leslie Charteris y giraban en torno a la figura de Simon Templar.


Este era un ladrón de lo más ingenioso que recibía el apodo de “El Santo”, porque las siglas de su nombre en inglés coincidían con la abreviatura de Santo: ST. Pero también se le daba en llamar así porque los delitos que cometía tenían cierta faceta solidaria, venía a ser una especie de Robin Hood, ya que lo que hacía era robar a los corruptos, a grandes estafadores y ladrones, a desalmados que se hacían millonarios de manera ilegal, como, por ejemplo, con droga o llevando a cabo la trata de blancas.


El actor Roger Moore fue quien dio vida en la citada serie a esa figura, que consiguió convertirse en un hito de la pequeña pantalla tanto en Estados Unidos como en otros países. Posteriormente, en la década de los años 90, exactamente en 1997, se presentó la adaptación cinematográfica de la misma, que también se dio en llamar “El Santo”. El protagonista fue representado por Val Kilmer, quien contó además con el respaldo de otros actores de la talla de Elizabeth Shue.

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